La gastronomía española es una de las más apreciadas a nivel internacional. Nuestro excelente clima, unido a unas materias primas de gran calidad, dan lugar a elaboraciones sencillas pero llenas de sabor. Hoy desde Carnes Carrasquilla os hablamos del cachopo asturiano, un plato que cada vez se conoce en más puntos del mundo.
Qué es el cachopo asturiano
Aunque no se sabe con exactitud cuándo se cocinó por primera vez el cachopo asturiano, éste comenzó a popularizarse a partir de los años 50.
Hoy en día existen multitud de variantes para prepararlo, pero los más puristas tienen las ideas claras sobre cuál pudo ser la receta original.
En concreto, se trataría de dos filetes finos de ternera, previamente espalmados, rellenos con jamón serrano y queso, empanados y fritos.
El hecho de que los filetes se espalmen tiene su lógica. Por un lado, es una excelente manera de conseguir carne más tierna, que facilitará su degustación.
Por otro lado, que sean finos permite que el relleno también se cocine, o al menos tome la suficiente temperatura durante una fritura rápida. Así, los filetes deben ser lo más finos posible.
A partir de esta receta básica, se han creado millones de variantes, adaptadas a todo tipo de paladares y gustos.
Trucos para el cachopo perfecto
El primero de los trucos no es ningún misterio. Simplemente consiste en seleccionar bien las materias primas. Una buena carne, como la que ofrecemos en Carnes Carrasquilla, y un relleno, marcarán la diferencia.
Después, hay que cuidar el proceso. Es importante seleccionar filetes de tamaño similar, para manipularlos mejor. Lo ideal es que sean de gran tamaño, pero siempre podemos comenzar con filetes más pequeños e ir incrementando según adquiramos mayor habilidad.
Otro truco consiste en utilizar palillos para sujetar los filetes mejor. Así no se deshacen y mantienen la forma durante el cocinado.
Por otro lado, el relleno debe ser equilibrado, teniendo cuidado con la cantidad y con los niveles de sal o la densidad de los ingredientes. Si son muy líquidos, serán más complicados de manipular. Y, si utilizamos jamón o cecina, buscaremos otros ingredientes que contrarresten la sal.
Finalmente, tras freír los cachopos asturianos en abundante aceite caliente, lo mejor es pasarlos a un papel de cocina para que absorba el exceso de grasa.
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