Muchas veces buscamos recetas complicadas pensando en que son las que mejores resultados aportan. Sin embargo, con recetas como ésta de carrillada de cerdo en salsa de nata y champiñones que os traemos hoy en Carnes a Domicilio, veréis que comer rico no tiene por qué ser difícil.
Ingredientes para preparar carrillada de cerdo en salsa de nata y champiñones
- 1 Kg de carrillada de cerdo de Carnes a Domicilio
- 2 cebollas grandes
- 4-5 dientes de ajo
- 1 puerro hermoso
- 50 gramos mantequilla
- medio litro de caldo de carne
- salsa de soja
- 1 vaso de vino blanco
- 600 gramos de champiñones
- 200 ml de nata para cocinar
- orégano
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta negra recién molida
- sal
Paso a paso de la receta
El primer paso para cocinar nuestra carrillada de cerdo en salsa de nata y champiñones es limpiar bien la carne, eliminando la telilla que trae a veces y la grasa excesiva.
Una vez bien limpia, la salpimentamos y la sellamos en una sartén alta bien caliente con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Cuando estén selladas, las retiramos y reservamos.
Pelamos la cebolla, los ajos y limpiamos bien el puerro, quedándonos solo con la parte blanca. Picamos muy bien y reservamos.
En la misma sartén donde hemos sellado las carriladas, echamos la mantequilla. Cuando se derrita añadimos las verduras picadas con un poco de sal y dejamos que se pochen bien, hasta que queden suaves y con un toque dorado.
Mientras tanto, limpiamos y troceamos los champiñones. Valdrían perfectamente los que vienen ya limpios y laminados.
Cuando las verduras estén al punto deseado, añadimos los champiñones y cocinamos a fuego medio hasta que suelten todo el agua. En ese punto, añadimos el vino y subimos la potencia del fuego para que evapore el alcohol.
Una vez hecho, bajamos a fuego medio e incorporamos las carrilleras junto al caldo de carne y el orégano. Tapamos bien y dejamos cocinar todo junto durante aproximadamente 90 minutos. Destapamos de vez en cuando y revolvemos para que no se pegue nada al fondo.
Cuando la carne esté blandita, añadimos la nata y un pelín de salsa de soja. La soja es opcional y es para aportarle más potencia al guiso. Hay que incorporarla con cuidado porque es una salsa muy salada. Por tanto, antes de añadirla, es mejor comprobar el punto de sal del guiso.
Dejamos reducir la salsa y servimos. ¡Que aproveche!
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