La mayoría de las personas están familiarizadas con prácticamente todos los cortes de las carnicerías. Sin embargo, hay otros con nombres peculiares que no todos conocen. Es el caso del ossobuco, corte del que os hablamos hoy en Carnes a domicilio.

¿Qué es el ossobuco?

El ossobuco, también conocido como osobuco, es un corte de carne que se obtiene de la parte del jarrete o morcillo. Se diferencia de éste porque además de carne, incluye también el hueso, que le aporta una gran jugosidad y sabor.

Su peculiar nombre procede del italiano y está formado por osso, que significa hueso y buco que se hace referencia al hueco o agujero del mismo. Se obtiene al cortar el morcillo en sentido transversal, en rodajas de unos 3 cm. de grosor y sin retirar el hueso.

Aunque el más conocido es el de ternera, también se puede obtener de otros animales, como el cerdo.

Cómo se cocina

La forma más tradicional de cocinar el ossobuco es guisado o estofado con verduras y vino. Admite diferentes acompañamientos, aunque suele optarse por arroz (risotto) o patatas.

Para que lo probéis en casa, os dejamos esta receta sencilla pero deliciosa de ossobuco a la milanesa. Para cuatro personas necesitaréis:

  • 1 kg de ossobuco de Carnes a domicilio
  • 2 cebollas grandes
  • 2 dientes de ajo
  • caldo de carne
  • 1 vaso de vino blanco
  • harina
  • sal
  • pimienta negra recién molida
  • aceite de oliva virgen extra

Elaboración de la receta

El primer paso es trocear la carne, aunque siempre es preferible pedírselo a tu carnicero de confianza cuando la vayas a comprar. El grosor ideal es de unos 3 cm.

A continuación, salpimenta la carne y enharínala. Echa en la cacerola apta para horno donde vayas a hacer el guiso un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y dora cada trozo de carne, reservándola para después.

Mientras tanto, puedes ir pelando y troceando las cebollas y el ajo. Ponlas en la cacerola con un poco más de aceite si es necesario y una pizca de sal. Deja cocinando a fuego medio unos 10-15 minutos hasta que la cebolla se vuelva transparente y comience a dorarse.

Añade el vino blanco y deja que se evapore el alcohol. Después, coloca la carne encima y añade caldo hasta que cubra más o menos la mitad de la carne.

Introduce la cacerola en el horno precalentado a 200ºC y cocina durante una hora. Pasado el tiempo, baja el horno a 180ºC y sigue cocinando durante otros 45-60 minutos, volteando la carne cada 15 minutos aproximadamente.

Pasado el tiempo, saca la cacerola del horno. Para la salsa, puedes dejarla al estilo rústico o pasarla por la batidora para dejarla más fina. Si ha quedado muy líquida, puedes reducirla hasta que tome la consistencia que te gusta.

Como toque final, puedes servir el ossobuco espolvoreándolo con perejil picado.

¡Que aproveche!