El mundo de la carne nos deleita con millones de elaboraciones que han ido evolucionando con el paso de los siglos. Una de ellas es el pastrami, una auténtica delicia, de la que hablamos hoy en Carnes Carrasquilla.
Qué es el pastrami
El pastrami es uno de los alimentos más icónicos de la cocina judía, conocido por su sabor distintivo y su textura tierna y jugosa. Este delicioso manjar se ha convertido en una delicia popular en todo el mundo y se puede encontrar en muchos restaurantes y delicatessen.
El pastrami es una carne curada y ahumada que se originó en Europa del Este a finales del siglo XIX. Más concretamente, su origen se asocia con Rumanía.
En aquel entonces, la carne se marinaba en una solución salada durante varios días antes de ser ahumada y luego cocida a fuego lento hasta que estuviera tierna. Posteriormente, la carne se cortaba en finas rebanadas y se servía en un sándwich de pan de centeno con mostaza y pepinillos.
Hoy en día, el pastrami se elabora con una variedad de carnes, pero la más común es la carne de vacuno.
Para ello, la carne se cura en una mezcla de sal, azúcar y especias durante varios días. Después se ahúma y se cuece al vapor. El proceso de ahumado y cocción al vapor es lo que le da al pastrami su sabor distintivo y su textura tierna.
Cómo degustarlo
El pastrami es un plato versátil que se puede disfrutar de muchas maneras diferentes. Por supuesto, el sándwich de pastrami es la forma más común, pero también se puede servir en una tabla de carnes como aperitivo o como guarnición de un plato principal. Además, el pastrami también se puede agregar a ensaladas, pizzas y otros platos para aportar un toque ahumado y delicioso.
En Carnes Carrasquilla contamos con las mejores carnes, tanto tradicionales como exóticas. Con ellas, preparar cualquier plato se convierte en una excelente experiencia culinaria.
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