El asado, más que una simple comida, es una tradición cultural que reúne a familiares y amigos en torno a la parrilla para disfrutar de carnes asadas a la perfección. Dominar este arte culinario requiere de técnica, paciencia y pasión por los sabores auténticos. Por eso, hoy en Carnes Carrasquilla os traemos los secretos y técnicas esenciales para preparar el asado perfecto en casa.

Cómo preparar el asado perfecto en casa

El primer paso para un asado perfecto es seleccionar la carne de la mejor calidad, como la que pueden encontrar nuestros clientes en Carnes Carrasquilla.

Busca cortes frescos, de color rojo vivo y con vetas de grasa intramuscular, que aportarán sabor y jugosidad durante la cocción. Por ejemplo, costillas, churrasco, entraña o lomo.

Después, la preparación de la carne es otro paso crucial para un asado perfecto. Es importante limpiar y desgrasar la carne antes de asarla. También es interesante marinarla en un aderezo de aceite, vinagre, sal y pimienta para darle sabor y textura.

Otro punto a tener en cuenta es el adecuado manejo del fuego. Utiliza carbón vegetal o leña de calidad para obtener un aroma ahumado y un calor uniforme. Asegúrate de que las brasas estén bien encendidas y con un color grisáceo antes de colocar la carne sobre la parrilla.

Cuando estén listas las brasas, toca cocinar la carne.

Evita colocar la carne directamente sobre las llamas vivas, ya que esto la quemaría por fuera y quedaría cruda en el interior. Lo ideal es cocinarla a fuego indirecto, colocando la carne sobre la parrilla alejada de las brasas.

Para cortes gruesos, como la costilla, puedes utilizar la técnica de «cocción en dos etapas»: primero sella la carne a fuego fuerte sobre las brasas para crear una costra dorada, luego cocínala a fuego indirecto hasta alcanzar el punto de cocción deseado.

Utilizar un termómetro de carne es esencial para asegurarte de que la carne se cocine a la perfección. Los tiempos de cocción varían según el corte y el grosor de la carne.

Trucos tras el cocinado

Una vez hecha la carne, retírala de la parrilla y déjala reposar durante unos minutos antes de cortarla. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan, resultando en una carne más tierna y jugosa.

No olvides un buen acompañamiento, como ensaladas, patatas fritas o asadas, verduritas y ricas salsas.