El lechazo es uno de esos manjares culinarios que mejor definen a la gastronomía tradicional española. Aunque podría parecer un plato complicado, en realidad es fácil de preparar en casa. Para que podáis disfrutarlo vosotros, hoy desde Carnes Carrasquilla os traemos una receta tradicional de lechazo asado, que seguro os encantará.

Receta tradicional de lechazo asado

Esta receta de lechazo asado es muy sencilla, pero muy resultona. Además, os dejamos un par de trucos para que os quede perfecto.

Los ingredientes necesarios para esta elaboración son:

  • 1/2 lechazo de Castilla y León, de Carnes Carrasquilla
  • sal
  • agua
  • 3 dientes de ajo
  • zumo de un limón
  • lechuga
  • tomate
  • cebolleta
  • vinagre
  • aceite de oliva virgen extra

Paso a paso de la receta

El primer paso de esta receta tradicional de lechazo asado es sacar la carne del refrigerador y poner a calentar el horno. La temperatura que debe alcanzar es de 180ºC. Este es el primer truco, ya que la carne debe de estar atemperada para una cocción uniforme.

El segundo de los trucos consiste en utilizar una rejilla sobre la bandeja. De esta forma, la carne no está en contacto con los jugos y se asará en lugar de cocerse en el líquido.

Cuando el horno esté caliente, colocaremos la carne sobre la rejilla, previamente salada, con la piel hacia abajo. Añadiremos un vaso de agua en la bandeja que tenemos debajo, que ayudará a mantener la humedad durante el cocinado y cocinaremos durante unos 30 minutos.

Transcurrido el tiempo, sacaremos la carne y le daremos la vuelta, dejando la piel hacia arriba. Después, volveremos a meter la carne y la dejaremos otros 30 minutos. Si se ha evaporado el agua, volveremos a echar agua en la bandeja.

Cuando pase este tiempo, volveremos a dar la vuelta a la carne, para cocinarla nuevamente durante 20 minutos; esta vez subiremos la temperatura a 200ºC.

Toques finales y presentación del plato

Mientras tanto, pondremos a cocer agua en un cazo con 3 o 5 dientes de ajo chafados, sin quitarles la piel. Si queréis, podéis añadir un manojo de perejil fresco cuando rompa a hervir.

En ese punto, transcurrido el anterior tiempo de cocinado, volveremos a dar la vuelta, dejando la piel por encima. Ahora echaremos por encima el agua de la cocción del ajo y perejil (sin añadir estos) y el zumo de un limón y cocinaremos otros 15 minutos, manteniendo la temperatura.

Esto permitirá que se dore la piel y quede con ese crujiente único del lechazo tradicional, pero con un toque de sabor impresionante.

Para terminar, prepararemos una rica ensalada para acompañar el cordero.

¡Que aproveche!