El concepto de roast beef o rosbif de ternera se ha asociado siempre a la comida británica. Sin embargo, cada vez está más extendido y puede tomarse en prácticamente cualquier país.

Hoy en el blog de Carnes Carrasquilla os hablamos de qué es y cómo prepararlo en casa.

Qué es el rosbif de ternera

Si nos vamos al sentido literal de la palabra roast beef, encontraremos que se trata de un plato de ternera asada. Pero, ante la simpleza de este concepto, se esconde una excelente elaboración, que además de rica es muy versátil.

En un principio, el rosbif de ternera nació como plato para celebraciones. Igual que en muchos hogares españoles la paella se prepara siempre los domingos, o el cocido los sábados, en Inglaterra lo típico es preparar un rosbif.

Así, la forma más purista de prepararlo es asando la ternera al horno y sirviéndola con diferentes salsas o acompañamientos.

Sin embargo, también es un plato ideal para preparar deliciosos bocadillos o sándwiches,  convirtiéndolo en una rica opción de cocina de aprovechamiento.

Qué cortes elegir para preparar un buen rosbif

El resultado del rosbif de ternera asado debe ser una carne tierna y jugosa, por lo que hay que seleccionar muy bien los cortes a utilizar.

A ser posible, escogeremos carnes que presenten un interesante nivel de marmoleado o veteado, para que el resultado sea jugoso. Aunque también son excelentes las que cuentan con una capa grasa exterior, ya que ésta protege la carne del calor del cocinado.

Así, son buenas alternativas el solomillo y el lomo de ternera, pero también el redondo y la espaldilla.

Condimentos y acompañantes

Un buen rosbif de ternera no necesita grandes aderezos, pues se elabora con carne de gran calidad. No obstante, podemos añadir sal, pimienta negra recién molida y alguna especia como las finas hierbas, el orégano o el romero. También le vienen bien los toques dulces y los picantes, por lo que hay un gran abanico de posibles aderezos.

El primer truco está en no disfrazar el sabor de esta excelente carne. El segundo es cocinarlo correctamente. Para ello, atemperaremos la carne un ratito antes de cocinarla y después la cocinaremos dejándola tierna y jugosa por dentro.

De forma general, para una carne poco hecha se calculan unos 15 minutos de cocinado por cada kilo de carne. Al punto serían unos 18 minutos, mientras que muy hecha serían unos 20-21 minutos por cada kilo.

Aunque lo mejor es controlar la temperatura interior con un termómetro para carne o sonda. Poco hecha estaría cuando el interior alcance los 45ºC, al punto serían 60ºC y muy hecha con 70ºC.

Lo recomendable, es comenzar con el horno a 200ºC durante los primeros 15 minutos, para bajarlo luego a 180ºC.